
Luego de casi una década, los países del mundo vuelven a verse afectados por un virus prácticamente desconocido, de alta capacidad de propagación y que ha causado una de las mayores crisis sanitarias, económicas y sociales.
El COVID-19, popularmente conocido como “Coronavirus”, es una cepa nueva perteneciente a una familia de virus -de morfología similar al de una corona o halo-, descubierta en la década de los 60 pero cuyo origen es todavía desconocido. Sus diferentes tipos provocan distintas enfermedades, desde un resfriado hasta un síndrome respiratorio grave (neumonía grave). Gran parte de los coronavirus no son peligrosos y se pueden tratar de forma eficaz. Sin embargo, el COVID-19 tiene un nivel de transmisión muy superior a las otras cepas de coronavirus, tanto que ha logrado encender las alertas sanitarias, casi de inmediato desde su aparición, en Wuhan (Hubei, China), a finales de diciembre del 2019.
A pesar de las medidas tomadas ni bien la OMS comunicó de sus características de propagación, en tan sólo tres meses el COVID-19 ha infectado a más de 519,000 personas, a nivel mundial, y ocasionado la muerte de más de 32,000; 85% son víctimas alrededor de los 70 años a más, siendo el restante personas de edades variadas pero que su salud ya se encontraba afectada por patologías crónicas como son la diabetes, asma, cáncer; así como también quienes estén inmunosuprimidas o inmunocomprometidas.
Y es que la velocidad de propagación del COVID-19, radica en su gran capacidad de resistencia en el ambiente: En el aire puede sobrevivir hasta 30 minutos, movilizarse hasta 4.5 mt. y mantenerse activo durante varias horas, incluso hasta días, según las condiciones. Por ejemplo, pueden sobrevivir en materiales como vidrio, tela, metal, plástico o papel, soportando temperaturas de hasta 37 °C (98.6 °F), según las últimas investigaciones de los diferentes laboratorios a nivel mundial.
Ante tales circunstancias las entidades gubernamentales de los diferentes países han decretado medidas restrictivas al desplazamiento de sus ciudadanos (cuarentena obligatoria), afectando principalmente a las empresas con gran número de trabajadores; las cuales se han visto en la imperiosa necesidad de reducir personal, muchos de ellos lamentablemente despedidos, debido a la magnitud de pérdidas económicas que les estaría generando.
Sin embargo, desde SINERLAB, creemos que esta crisis sanitaria, puede ser altamente superada por las empresas. Por ello y porque los Laboratorios Clínicos pertenecen a una de las actividades con más riesgo de contagio, tanto entre personal administrativo como técnico, les traemos algunas Recomendaciones para sobrellevar este Periodo de Cuarentena por Coronavirus, desde una perspectiva económica más positiva:
1. Comunicación efectiva con todos los colaboradores: En principio la primera medida que reducirá riesgos económicos será elevar el nivel de comunicación que tenga la empresa con sus trabajadores. Sin importar el tipo de estructura jerárquica, la empresa deberá informar a todo el personal, sobre la coyuntura sanitaria actual y sobre las decisiones que tomarán en beneficio de ellos y de la empresa. Esta acción debe ser inmediata, directa y honesta, debido a que la desinformación o mala información puede acarrear una situación de incertidumbre entre los empleados.
Así también, informar inmediatamente sobre las medidas preventivas que se implementarán para reducir las posibilidades de contagio y dispersión de la enfermedad.
2. Reducción del personal presencial: Uno de las causas principales de contagio es la facilidad con que se transmite este virus, de persona a persona; por tanto, a menor presencia de personal, menor riesgo de contagio. Para ello, es vital implementar un sistema que permita que el personal administrativo pueda seguir gestionando sus funciones de forma remota. Si bien hay personal administrativo que necesariamente debe permanecer in situ, debido al trato directo con usuarios, el mayor porcentaje de personal administrativo realiza funciones back office.
Por esta razón, las empresas que cuenten con un sistema en nube, tendrán mayor posibilidad de mantener su estabilidad laboral y económica, debido a que este tipo de sistemas no requieren instalación en una PC determinada, sino que pueden utilizarse desde cualquier equipo de cómputo con un mínimo de requerimientos técnicos. Además, y como mayor ventaja, es que toda la información recabada podrá visualizarse desde el mismo sistema, permitiendo que la comunicación sobre resultados y otros temas, se desarrolle con fluidez.
De esta forma, liberamos de “tránsito” a las instalaciones del laboratorio clínico, reducimos gastos durante este difícil periodo y se reducen las posibilidades de contagio masivo en la empresa.
3. Reforzar protocolos de Bioseguridad: Cierto es, que el personal técnico que realiza funciones en un laboratorio clínico está en permanente riesgo, debido al contacto frecuente con muestras de diversos tipos; sin embargo, a pesar de que el COVID-19 tiene como vía de transmisión el contacto directo con secreciones respiratorias, no se descarta otras formas de transmisión. Por lo cual es recomendable nombrar una persona responsable de verificar:
- Que los procedimientos de seguridad se estén cumpliendo escrupulosamente en todas las áreas técnicas de la empresa.
- Que todo el personal involucrado en análisis cuente con el EPP apropiado: guantes desechables, de 2 a 3 tipos de mascarillas, bata antifluidos y protección para los ojos en el momento de manipulación de muestras potencialmente infecciosas.
- Que cualquier procedimiento con el potencial de generar aerosoles de partículas finas debe realizarse en una cabina de seguridad biológica de clase II o III (también indicado por la OMS) y usar dispositivos de contención física apropiados.
- Que los utensilios no desechables sean tratados adecuadamente para evitar contagios posteriores.
Se debe tener muy presente que, al reforzar estar medidas de bioseguridad en el centro de labores, se reducirá el riesgo económico de prescindir de un personal por haber adquirido alguna enfermedad durante la realización de sus funciones. Lo cual, en muchos casos, es causal de demandas.
Finalmente, cabe resaltar que, al prepararse digital y tecnológicamente, las empresas gozarán de una mayor posibilidad de éxito frente a cualquier tipo de crisis que pueda presentarse a futuro. Recuerda que contar con un software de Laboratorio Clínico en la nube será uno de los pasos iniciales para conseguirlo. ¿Aún no cuentas con uno? ¡Contáctanos y solicita tu prueba gratuita por 30 días!